jueves, 2 de diciembre de 2010

LOS PRECIOS DE LOS PISOS SON LA SOLUCIÓN

Que os parece lo que esta cayendo “parece ser que la cosa está realmente mal”, esta frase es la que más he oído en estos dos años y medio. Y parece que va para largo, no creo que pueda añadir nada más que no se haya dicho en cualquier medio de comunicación o facultad de economía de todo el mundo. Pero creo que si es interesante que nos pongamos a pensar y miremos a nuestro alrededor y ver que podemos hacer para superar esta situación.

Un ejemplo que conozco con cierta profundidad es el tema de los precios de la vivienda, no por que sea vendedor si no por ser (ó intentar serlo) un comprador. Recientemente nos hemos mudado a una nueva ciudad San Vicente del Raspeig en Alicante. Estuvimos buscando vivienda primero de alquiler, pero nos animaron a compra por que según los vendedores los precios estaban bajando, pues empezamos a buscar para comprar, comenzamos a ver viviendas de segunda mano y realmente los precios que habían bajado eran de aquellas viviendas en las que solo podrían vivir estudiantes (San Vicente del Raspeig es una ciudad universitaria), viejos, mal comunicados, sin ascensor, con reformas comunitarias pendientes,… bueno que al final nada de nada. Incluso sufrimos varias jugarretas de promotores que intentaron vendernos a precios superiores a los otras inmobiliarias de barrio estaban vendiendo en foto casa o idealista. También visitamos viviendas que en principio son de las entidades bancarias, estas entidades han hecho el negocio del siglo en los años de bonanza y ahora les toca comerse unos préstamos que nunca, nunca van a recuperar. Intentan vender unas viviendas a precios altos, pero como aseguran la financiación pretenden engañar a los últimos compradores de esta locura (cuando empiecen a subir los tipos de interés entenderán lo de locura).

En conclusión estamos alquilados a través de la generalitat y con todo legal para poder beneficiarnos y deducirnos los gastos en la renta. Los cambios se están dando poco a poco pero la gente se está dando cuenta que la vivienda debe ser un lugar donde evadirte de los problemas que se encuentran fuera, no ser la principal fuente de problemas.

La moraleja de esta experiencia ha sido que ahora yo no valoro tanto la propiedad de una vivienda, no la considero como una fuente de seguridad, no en este momento. Estoy dispuesto a renunciar a unas ventajas fiscales por un mayor bienestar futuro. Hasta que el propio gobierno no se conciencie que tiene que “forzar” a la bajada de precios para que sus ingresos fiscales y el trabajo de la construcción vuelvan a aumentar, los precios no bajarán. Los propietarios pequeños o grandes han tenido tantas ganancias que en estos momentos no tienen necesidad de ajustar precios, incluso aunque estén en situación comprometida al sentirse respaldados por los gobiernos no tienen necesidad de vender estas viviendas. Yo personalmente no compraré hasta que esto ocurra y creo que como yo cientos de miles de personas.

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